OBSOLETAS COSTUMBRES PUEBLERINAS EN EL PERIODISMO

OBSOLETAS COSTUMBRES PUEBLERINAS EN EL PERIODISMO

Por Eric Muñiz de la Rosa

 

23 de Marzo de 2009 -.No parece ser suficiente el terrible periodismo que se practica en San Luis Potosí, producido por aprendices de periodistas formados a la ligera, con un mínimo conocimiento de cómo acomodar palabras, sin llevar un metodología periodística que produzca notas como deben de ser.

La prensa potosina en general no solo arrastra un pesadísimo lastre de anticuadas y obsoletas normas empíricas, que producen un periodismo banal, sino que, aunado a eso, sigue observando costumbres tribales, como la suspensión de labores periodísticas, que no corresponden a los tiempos actuales.

Me refiero a la costumbre pueblerina de suspender la publicación de los diarios como resultado de la observancia de fechas como la Independencia, el 20 de Noviembre, Navidad, Año Nuevo, y otros.

Es como si esos días las vacas no dieran leche o las gallinas dejaran de poner huevos. Eso, junto con la llamada "ley seca", son señales de inmadurez social y política, propias de países tercermundistas.

La incongruencia radica en el hecho de que la vida social continúa, las estaciones de radio, las televisoras, los cines, los restaurantes, los hoteles y los centros de diversión mantienen sus actividades cotidianas.

Durante los días feriados, las familias no se encierran en sus casas; ni los perros dejan de ladrar. Los ladrones siguen robando, los asesinos asesinando, el labriego labrando y la gente productiva sigue produciendo.

Las estaciones de radio y las televisoras siguen con sus programaciones, para ello es necesario que haya personal en las mismas atendiendo los controles y los equipos; los camarógrafos y fotógrafos siguen tomando videos y fotografías.

Aparte de ser una costumbre de aldeanos, otra de las razones por la que los diarios potosinos cierran los días feriados, es porque a los propietarios les duele pagar salario doble, como si ya fuese mucho el miserable sueldo de no más de 100 pesos diarios que perciben reporteros y fotógrafos, mísero pago que los obliga a aceptar los "apoyos" de despensa del gobierno, el chayote, el sobre y el embute. Convirtiéndose doblemente en víctimas, primero de sus avariciosos patrones, luego como lacayos del gobierno.

Pero es aquí donde los días de "descanso obligatorio", (queen realidad no es obligatorio), favorecen a quienes trabajan escribiendo en los diarios. Los favorecen porque esos días no tienen que hacerse agua los sesos pensando cuáles serán los insípidos temas que van a escoger para sus notas.

Es por eso que causa una profunda vergüenza leer las notas de los diarios, carentes del más mínimo interés, y que de noticia no tienen nada. Para ilustrar lo que digo tomemos como ejemplo las notas más leídas por los lectores en el diario Pulso.

Estas fueron las más leídas de la edición del 16 de marzo: "Ladrones visitan a funcionaria de Gobierno", "Violenta muerte de automovilista", "Apuñalan a parroquiano en antro de mala muerte", "Alegre boda en La Pila acaba en velorio".

Lo más patético es el hecho de que ese día la edición Internet de Pulso tuvo un total de 998 lectores, o visitantes, aunque debo rectificar, en realidad lo más patético es que la edición Internet tiene más lectores que la edición escrita.

Lo que quiere decir que yo, habiendo ya logrado llegar a la cifra de 5 mil correos electrónicos, mis escritos tienen, cuando menos, el doble de los lectores que Pulso en su edición impresa y en su sitio web.

Sin contar otros miles a través de los cinco o seis sitios de Internet que me honran reproduciendo mis columnas. Y a quienes les doy las gracias.

Queda la esperanza de que algún día ese periodismo potosino tan atrasado despierte de su letargo intelectual, para de ahí empezar la era del verdadero periodismo.