Monday, November 10, 2014

LA REALIDAD DEL PERIODISMO Y LOS PERIODISTAS POTOSINOS: QUÉ HACEN, QUIENES SON, CUÁNTO GANAN, LA VERDADERA SITUACIÓN LABORAL EN LOS DIARIOS POTOSINOS

LA REALIDAD DEL PERIODISMO Y LOS PERIODISTAS POTOSINOS: QUÉ HACEN, QUIENES SON, CUÁNTO GANAN
LA VERDADERA SITUACIÓN LABORAL EN LOS DIARIOS POTOSINOS

(Un análisis laboral, en dos partes, sobre los periodistas potosinos)

Por Eric Muñiz de la Rosa

SIN DERECHOS LABORALES
SEGUNDA DE DOS PARTES: El periodismo potosino se rige bajo la máxima de que “el mejor sindicato es el que no existe”. Generalmente se carece de prestaciones laborales, seguridad social y estabilidad en el empleo. En cualquier momento al periodista se le despide y no pasa nada. No hay una autoridad que esté en guardia velando por sus derechos, en la legislación mexicana los empresarios gozan de “contratos de protección” que anulan cualquier posibilidad de organización gremial de quienes se dedican a la tarea de informar.

Esto afecta grandemente los derechos laborales de los periodistas: Falta de contratos formales, incumplimiento de normas por parte de los dueños de medios de comunicación. Entre ellas, que una mayor productividad no se refleja en sus ingresos.

La inestabilidad laboral es uno de los problemas más graves que se enfrentan en el medio periodístico: perder el empleo es cosa de un instante sin que haya mecanismos adecuados para que se escuche a la o el agraviado y sean valorados sus argumentos.

DISCRIMINACIÓN DE GÉNERO
En el periodismo potosino la discriminación de género es obvia, a pesar de que las mujeres son mayoría en las salas de redacción potosinas, existe un dominio, casi absoluto, de los varones en los principales puestos de mando de los medios de comunicación.

PROFESIÓN NO RECONOCIDA
Tanto la Secretaria de Educación Pública, como las leyes laborales, no reconocen al periodismo como profesión. Aún cuando la Ley laboral reconoce 18 oficios que por la naturaleza de su trabajo requieren protección especial, la de periodista no está definida ni contemplada en la Ley Federal del Trabajo mexicana, simplemente no existe.

Los ferrocarrileros, traileros,  deportistas profesionales, actores y músicos, domésticas, meseros y otros similares, tienen mayor prestaciones y seguridad social que los periodistas, ya que la ley les otorga más vacaciones que las previstas cuando el trabajo que se realiza es de mayor tensión; se establecen mayores obligaciones especiales de los patrones para cuidar de la seguridad de sus trabajadores en relación con la naturaleza del trabajo.

EL PERCIBIDO PAPEL DEL PERIODISTA
Las condiciones de trabajo de los periodistas son precarias, pero uno de los factores que inciden en su contra es su propia actitud: en general, no se reconocen a si mismos como trabajadores sino como parte de otro estatus, pregonan ser “el cuarto poder”, no importando sus magras condiciones de trabajo y salariales.

Al estar en un terreno de competencia prefieren las acciones individuales, de protagonismo, en lugar de realizar un trabajo colectivo que les dé mejores resultados.

Tardíamente se dan cuenta de que son simples trabajadores marginados cuando prueban el polvo de la calle, cuando son despedidos e intentan probar el funcionamiento de los “aparatos de justicia”, los cuales son muy limitados; es entonces cuando consultan la ley laboral y sus derechos.

SALARIO MÍNIMO PROFESIONAL
El oficialismo de organizaciones gremiales como la  agencia de noticias gubernamental Notimex; Radio Educación, (organismo independiente de la Secretaría de Educación Pública) y TV UNAM, junto con el semi oficial diario La Jornada, integraron la Coordinadora de Medios. Como resultado de sus presiones y peticiones, en 1990, la Comisión Nacional de Salarios Mínimos estableció que el trabajo de reportero quedara reconocido con la creación de un salario mínimo profesional para periodistas, equivalente a tres salarios mínimos generales, bajo la siguiente descripción:

“REPORTERO…
...trabajador que obtiene información de interés general sobre eventos o temas de actualidad
a través de la observación de los hechos, de entrevistas a personas vinculadas con los mismos,
o a personas de interés de la comunidad. Esta información la ordena, estructura y transmite de
manera clara y expedita a la empresa periodística para su revisión y, en su caso, redacción
definitiva y publicación.”

SE ESTABLECE TAMBIÉN QUE EL REPORTERO, EN OCASIONES:
“es el encargado de elaborar la redacción de la misma nota” (...) “requiere de estar informado sobre los eventos o temas de su trabajo para darles seguimiento. En la captura de información puede auxiliarse de grabadoras, taquigrafía o notas y la transmisión la realiza a través de muy distintos medios, que incluyen desde la mecanografía y presentación directa de la nota hasta su envío por medio telefónico, telegráfico, telex o telefax.”

TAMBIÉN SE CONSIDERA
“reportero(a) gráfico(a) de prensa diaria impresa” al que: “...entrega al periódico el material fotográfico sin revelar, acompañándolo (...) con los nombres de los personajes o de los eventos que aparecen en los negativos.” Revela e imprime fotografías “...y, en ocasiones, acompaña a su labor un reportero, quien le sugiere o indica el género, estilo, ángulo de la fotografía deseada.”

LOS PATRONES ESQUIVAN LA LEY
Está concepción “del reportero” está confinada únicamente a quien labora en “la prensa diaria impresa”, no así para quienes lo hacen en otros medios como televisivos, radio, servicios digitales en internet, revistas y agencias de noticias o cualquier otra forma distinta a la prensa diaria escrita.

Aunque puede ser aplicada de manera análoga existe esta laguna legal que propicia que los empleadores la usen como pretexto para no cubrir el salario mínimo profesional por esa razón.
Dependiendo de la zona económica en la que se encuentre laborando, la percepción mínima que debe tener la reportera o reportero de la prensa diaria impresa representa el equivalente a tres salarios mínimos generales.

En este caso, se sigue considerando que puedan ganar salarios más bajos los periodistas aunque realicen la misma actividad dependiendo del lugar donde desempeñen su trabajo.

Aún cuando el salario mínimo profesional “de reportero” es ínfimo, existen muchos dueños de medios de comunicación que han encontrado la manera de burlarse de él. Simplemente registran al periodista con otra categoría en su contrato de trabajo, en el IMSS o en la nómina, como auxiliar de reportero, auxiliar de redacción, auxiliar corrector o ayudante de reportero o de reportero gráfico para cubrir un menor salario al legalmente reconocido.

Otro abuso que los trabajadores del “cuarto poder” aceptan sin chistar, es el de realizar distintas actividades, desde cubrir la nota, tomar fotografías, redactar, corregir la nota y hasta cuidar la impresión de la publicación, todo por un mismo salario, sin compensación alguna.

Pero mientras sigan creyéndose un grupo privilegiado, de “glamour” y de fantasiosa importancia, seguirán en el último lugar de los “profesionales” asalariados.

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