Wednesday, November 12, 2014

ASÍ EMPEZÓ MI LUCHA POR UN VERDADERO PERIODISMO

ASÍ EMPEZÓ MI LUCHA POR UN VERDADERO PERIODISMO     

Por Eric Muñiz de la Rosa

Después de décadas de monótona repetición de clichés, de la infinita repetición de notas que ofenden la inteligencia de los lectores, de la espantosa redacción que hacen pasar como periodismo, tomé la decisión de ponerme a escribir una merecida corrección a una nota aparecida en el diario Pulso.

Serán justos 10 años, el próximo 15 de diciembre. Desde entonces han sido centenares las cartas que he enviado, TRATANDO, tratando, hasta ahora infructuosamente, de enderezar los retorcidos entuertos del periodismo potosino.

Algún día habrá frutos.

Empecé escribiendo solamente a Pulso. Siguieron extendiéndose mis quejas a otros diarios, pronto empezaron a pedirme enviar mis escritos a tal o cual correo electrónico; empezaron también los reenvíos. Mis 11 o 12 direcciones originales se multiplicaron y han llegado a la, para mí, cifra mágica de los 10 mil correos electrónicos.

Al mismo tiempo varias publicaciones y sitios de internet empezaron a reproducir mis escritos. Me honran con esa distinción cmenlinea.com, Lux Crónica Potosina, Plano Informativo, RazonEs de SER, Blogalaxia, El Vanguardia, www.elnorteusa.org, El Demócrata, www.galeriasiete.com, metrolatinousa.net y otros que les haré justicia mencionándolos en futuros comunicados. A todos les agradezco por igual. Lo hago por el verdadero periodismo.

Me escriben dos clases de periodistas y de estudiantes de periodismo: los que saben discernir desde lo que es periodismo, y los que se sienten ofendidos por lo que ellos llaman, y no perdonan, "ataques a los colegas". Como si en las profesiones y oficios no hubiera buenos y malos.

Les envío tanto el comunicado original como el artículo que critiqué hace ya cuatro años y les agradezco el permitirme usar sus correos, con la petición de que si les llegan a cansar, simplemente los desechen, pero si, por el contrario, desean que en SLP se llegue a practicar el periodismo verdadero, los reenvien y los publiquen para que el periodismo llegue a ser lo que no es en estos momentos, una profesión reconocida como tal en México, porque en la actualidad no lo es.

(ASÍ EMPEZÓ TODO EL 15 DE DICIEMBRE DE 2004, CON UN CORREO QUE TITULÉ

"EL PERIODISMO TAMBIÉN ES EDUCACIÓN")
Pero para educar, el periodista debe educarse. No puedo creer que una nota, de Lucía Eugenia Torres, tan mal enfocada, equivocada e inconclusa haya sido publicada.

Me refiero la nota "La herencia equivocada de El Zacatón", (Pulso, martes 14 de diciembre, 2004), en el que quedan en la duda los orígenes o razones de la existencia de un número desproporcionado de "casos de malformaciones genéticas en gente joven y niños".

En su nota, Lucía Eugenia Torres informa que el DIF municipal ordenó llevar a cabo una encuesta entre los habitantes de la comunidad, que en el DIF "confirmaron la existencia del documento, pero se niegan a dar detalles concretos de las estadísticas […] que por su número parecen no corresponder a la proporción con el tamaño de la localidad".

En seguida, y como para darle a la nota un viso de "erudicción", Lucía Eugenia cita la definición de los defectos congénitos de la Organización Mundial de la Salud, lo que le ocupa un párrafo de cien palabras, pero que no ofrece ninguna luz sobre el problema de El Zacatón.

Lo que me sorprende del artículo es la falta de profesionalismo periodístico de la autora, quien a la vez no responde a las expectativas del lector educado —o bien falta al dogma periodístico de educar al lector—al preferir escribir un artículo ignorante a pesar de su extensión, antes que recurrir al necesario recurso de la investigación y la consulta.

No sé cuál es la calidad actual de la educación escolar básica, intermedia y superior en México, pero en mis tiempos —carentes de la técnica y avances actuales que proporcionan la computadoras y la internet— le hubiera sido fácil a alguien, periodista o no, dilucidar cuál es la razón de los males que afectan a la población de El Zacatón porque estudiamos biología que trataba, entre otras cosas, lo de los males congénitos..

Simplemente se le llama endogamia.

Lo que yo aprendí desde la escuela primaria, fue que hasta las especies animales han desarrollado mecanismos para evitar lo que sucede en El Zacatón. Los animales de grupo, tales como los leones, los chimpancés y gorilas, excluyen de sus manadas a los machos jóvenes para prevenir que apareen con hembras de su misma línea sanguínea, ya que en general, es simplemente malo procrear dentro de la misma familia, la llamada endogamia.

Me pareció irónico que la misma Lucía Eugenia escribiera y describiera —aunque accidentalmente—  en su nota, los catastróficos resultados de una endogamia generacional, aunque sin mencionar esta causa, es decir: elevada incidencia de males congénitos, cuadriplejía, retraso mental, bajo nivel de desarrollo pequeña estatura adulta (enanismo), paladar hendido y labio leporino. Además de pérdida de la función del sistema inmunológico, microcefalia, reducción de la fertilidad, etc.

Ahí tienen ustedes.

Es necesario que en El Zacatón se termine la endogamia, que se eviten más nacimientos, que las autoridades pertinentes se aboquen a remediar el problema, quizás prohibiendo más matrimonios entre los habitantes. Y si las autoridades de salud han sido tan lentas, o tan cerradas, como lo intuye el artículo de Lucía, que lean esta carta para se enteren de lo que está causando el problema de males genéticos en ese lugar.
Atentamente
Eric Muñiz de la Rosa

(ESTA ES LA  NOTA DE LA IGNORANTE LUCIA TORRES)

La herencia equivocada de El Zacatón

Por Lucía Eugenia Torres, Pulso

Una comunidad rural de Villa de Ramos tiene varios casos de malformaciones genéticas en gente joven y niños. La más mínima posibilidad de rehabilitación hacen más difícil la situación para los discapacitados, cuyos padres también ignoran las razones del problema.

La enfermera Marcela Coronado de la Clínica Rural del IMSS de El Zacatón, en el municipio de Villa de Ramos, dijo que el DIF municipal les solicitó realizar encuestas entre la comunidad, con el fin de obtener información sobre las malformaciones.

Un recorrido por la localidad permite observar casos de malformaciones que por su número parecen no corresponder a la proporción con el tamaño de la localidad

En el DIF Municipal se niegan a dar detalles de las estadísticas. Se argumentó que Blanca Baena, la auxiliar de programas, la única que podría dar información de la encuesta,.se había ausentado de su trabajo.

Las malformaciones congénitas que se dan en El Zacatón van desde problemas con los pies, labio leporino, paladar hendido e hidrocefalia, hasta enanismo, microcefalia, cuadriplejia y estado vegetativo.
Para evitar que sean objeto de morbo entre la población de esta empobrecida comunidad, los padres de familia no dejan salir a sus hijos con malformaciones, los encierra y cuida de ojos ajenos.

"COMO LAS PLANTAS"
La Organización Mundial de la Salud (OMS), define los defectos congénitos como "toda anomalía del desarrollo morfológico, estructural, funcional o molecular, presente al nacer (aunque pueda manifestarse más tarde), externa ointerna, familiar o esporádica, hereditaria o no, única o múltiple.
La malformación congénita supone un fuerte impacto sobre los progenitores y sobre la sociedad. Los padres sufren un fuerte sentimiento de dolor, frustración y culpabilidad que requiere si no tratamiento por lo menos adecuada preparación y apoyo. La sociedad por su parte recibe a su nuevo miembro, cuestionándose sus posibilidades de utilidad e integración, requiriendo además unafuerte gasto para su tratamiento.

En el límite con el estado de Zacatecas, El Zacatón esta privado de la ayuda del gobierno municipal, no hay fuentes de empleo, la única alternativa es la siembra de frijol, la mayoría de los habitantes viven sin los servicios básicos y la alimentación es casi obra de la providencia.
Hay una clínica médica rural del Instituto Mexicano del Seguro Social. El médico está de vacaciones, y la enfermera no brinda atención. Los pacientes tienen que recurrir al Hospital de segundo nivel de Charcas, o pagar un médico particular.

Doña Ofelia Jiménez, viuda desde hace tres años, es madre de cinco hijos, los de 21, 18 y 17 años, miden algo más de un metro de estatura. Saberse objeto de la curiosidad de los demás les impide desenvolverse de manera normal. Un médico le dijo a doña Ofelia que sus hijos habían nacido así porque ella estaba "débil". Los dos más pequeños, José Guadalupe, de 14 años, y Rosalía, de 7, tienen estatura regular.

Carmela Bernal Carrillo tiene 30 años y padece de microcefalia, permanece encerrada porque sufre de esquizofrenia. Elena López tiene problemas de parálisis cerebral, y su vida se desarrolla en la banqueta de su casa, donde se arrastra y ve a la gente pasar. Noelia Velásquez informa que su hijo nació "con el pie chueco" usa muletas para caminar. Rubén Martínez, un joven postrado en una silla de ruedas en el rincón de su casa, no se mueve, por lo que su mamá permanece vigilante a cualquier situación que se presente.

Sin posibilidades mínimas de rehabilitación o aprendizaje en la discapacidad, hay niños que por su enfermedad la familia los tiene tirados en el piso. No se pueden mover, son "como animalitos muertos o plantas" que dependen de los demás, describen los lugareños.

Nadie les ha explicado si los casos tienen una raíz relacionada o son una terrible coincidencia para la comunidad.

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