EL
PERIODISMO POTOSINO ENAJENADO POR EL GOBIERNO
MIENTRAS
SEA SUBSIDIADO NO HABRÁ VERDADERO PERIODISMO EN SAN LUIS POTOSÍ
Por Eric Muñiz
de la Rosa
Es
irrefutable la tesis de que un periodismo rehén de los subsidios gubernamentales
simplemente no es periodismo.
La norma de ética más importante en un diario
es la independencia editorial y económica, solamente así se evitan los
conflictos de interés y se permanece libre de influencias que interfieran con
la publicación de lo que debe ser exacto, verídico, imparcial, transparente y
profesional.
De otra
manera la tan cacareada "libertad de expresión" es solo eso, una
frase entre comillas, alimentada artificialmente cada año con la retórica
oficial, y tristemente publicitada por los diarios, tan favorecidos por los
paquetes publicitarios.
Ejemplo
claro es la nota "El periodismo, un aliado invaluable", escrita por
Alma Gutiérrez Ibarra, tras la entrega del ficticio Premio estatal de
Periodismo, patrocinado por el gobierno estatal. Una nota cuyo encabezado ya de
por si demuestra la anto ética relación prensa-gobierno.
Está fuera
de mi comprensión la incondicional postura —sabiendo que miente—de Alma, al
escribir con toda sangre fría lo siguiente: "Queda claro que el periodismo
veraz y objetivo, el que se desempeña con total transparencia y honestidad, es
un aliado invaluable del gobierno y la sociedad en la construcción de un estado
potosino como el que queremos para las generaciones por venir".
Pero Alma
se equivoca, no creo que los potosinos queramos un futuro construido sobre las
bases del engaño.
La realidad
es que a Alma, en eso de la ética, todavía no "le cae el veinte", pues
en un correo electrónico me escribió: "Si dices ser periodista debes de saber
que cualquier entidad de gobierno emite boletines de prensa que se publican
como inserciones pagadas, las cuales los diarios deben de publicar a través de
sus reporteros".
Claro que
lo sé, por eso detesto ese falso periodismo que ella y medio centenar de
reporteros potosinos practican.
Son los
mismos reporteros que participan, sin el menor asomo de vergüenza y con
paupérrimos escritos, en el Premio Estatal de Periodismo, ya que un puñado de
los menos malos se embolsan de 5 mil a 25 mil pesos cada uno, claro, regalados
por el gobierno, sin el consentimiento del pueblo.
En mi
comunicado anterior hacía referencia al cinismo del diario Pulso de exigir
mesura y decencia al alcalde de Villa de Reyes, cuando ellos son culpables del
mismo pecado. Lo mismo ocurre cuando exigen fiel cumplimiento a la Ley a la
Transparencia y Acceso a la Información, y ellos mismo ocultan el origen de los
fondos que les permiten publicarse sin la justificación de publicidad comercial
pagada.
En una de
las columnas Pulso Semanal titulada " ¿Verdugos de la
transparencia?", el diario Pulso hacía alarde de indignación por el pobre
cumplimiento de esa ley. La columna en parte decía: "Tal parece que el
poder del Estado que dio nacimiento a la Ley de Transparencia Administrativa y
Acceso a la Información Pública, el Legislativo, ya se convirtió en el que, en
la práctica, la mantiene frenada".
En otra
columna, titulada "Adelantos y regalos, bajo la lupa el gobernador dice
no", destaca lo siguiente: "Una de las prácticas más deleznables que
han ideado y de la que se han beneficiado los diputados locales es el de los
adelantos de sueldos y otras prerrogativas. La facilidad con la que se sueltan
es pasmosa y prácticamente no hay ningún diputado que no haya incurrido en esa
práctica".
Pulso es de
los diarios que alegremente ponen en evidencia a funcionarios, publicando sus
sueldos y gastos personales, costos de viajes y de amueblado de sus oficinas,
pero que convenientemente callan lo que reciben del gobierno en lo que
pomposamente llaman "apoyos institucionales".
Los
gobiernos deben de detener de inmediato la descarada propaganda pagada, que en
forma de "notas" de contenido parcial al gobierno y punto de vista unilateral
que los diarios, fraudulentamente, publican en las primeras planas como "noticias",
engañado descaradamente al público.
Si los
diarios desean la publicidad del gobierno, ésta debe ser solo la referente a
los edictos, convocatorias a certámenes, licitaciones para la obra pública,
promoción de eventos y demás por el estilo. Pero eso sí, claramente identificada
con la leyenda "PUBLICIDAD PAGADA".
Dicha
publicidad debe ser otorgada, no por medio del actual contubernio entre diarios
privilegiados y los políticos en el poder, sino tomando en consideración el
tiraje de cada uno de los diarios que la soliciten, sin tomar en consideración
ni discriminar por la línea política del medio.
El ahora ex
diputado Eduardo Martínez Benavente fue el más duro crítico de este dispendio,
gracias a él se supo de lo que muchos medios de comunicación reciben del
gobierno estatal, cantidades que van desde un par de miles de pesos a un
noticiarista de radio por un par de spots, hasta casi el medio millón mensual
al diario "de mayor circulación" en el estado.
Hablando de
circulación y tirajes, es increíble que en una ciudad que ya rasca el millón de
habitantes, los diarios tengan un tiraje tan paupérrimo.
De acuerdo
a las cifras divulgadas por Martínez Benavente y la investigadora Lizy Zamora,
el diario con mayor circulación diaria es El Sol de San Luis, con 9 mil
ejemplares; le sigue Pulso, con 6 mil y en tercer lugar La Jornada San Luis
tira con 3 mil ejemplares. Y mientras que La Jornada factura mensualmente al
gobierno unos 15 mil pesos, El Sol de San Luis supera el medio millón.
Si el
gobernador en turno compra el contenido editorial de los diarios para que no
"le peguen", bastaría con dejarlos de subsidiar para hacerlos
desaparecer.
O hacerlos
económicamente más fuertes con publicidad comercial sin represiones
gubernamentales, para que empiecen a practicar lo que se llama PERIODISMO.
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