EL
PERIODISMO POTOSINO, UNA DESGRACIA CULTURAL
PATÉTICA
LA CIRCULACIÓN DE LOS DIARIOS POTOSINOS
(Segunda
de cuatro Partes)
Por Eric
Muñiz de la Rosa
En mi
anterior escrito hablo de que me parece increíble la paupérrima cantidad de
lectores que tienen los diarios potosinos, por lo que me pregunto, ¿Qué leen
los industriales potosinos? ¿Los empresarios? ¿Los maestros y los
abogados" ¿los médicos y los ingenieros? ¿Los comerciantes, los
universitarios, los psicólogos y los investigadores?
Recordemos
que San Luis capital llega al millón de habitantes, ya también señalé que en
Chicago hay solo medio millón de hispanoparlantes.
ALGO PARA PONERSE A PENSAR
La gran
mayoría de los hispanoparlantes de Chicago proceden de las zonas rurales más
pobres y de las más marginadas de México, no solo con baja cultura general,
sino con un mínimo de educación básica, peor aún, muchos de ellos analfabetas
que han aprendido a leer y escribir en los Estados Unidos
A
diferencia de San Luis Potosí, en Chicago habrá, si acaso, un puñado de
profesionales universitarios mexicanos, pocos industriales y estudiantes
universitarios y, si acaso, el 5 por ciento de periodistas de los que hay en
San Luis Potosí. Entonces, ¿Cómo es posible que en Chicago haya OCHO veces más
lectores de diarios que en San Luis Potosí?
Simplemente
porque el periodismo educa o atrofia.
EL
PERIODISMO EDUCA O ATROFIA
El
periodismo potosino es empírico, mas de secuela que de escuela. En el caso del
diario Pulso eso se nota desde los editores como Adriana Ochoa, que "mete
la pata" con sus críticas a la transparencia y Jaime Hernández, cuya única
gracia parece ser cobrar sueldo fusilándose información de la internet, hasta
el último de los reporteros, con notitas sobre brujería, santos que flotan en
el aire, la santa muerte y platillos voladores.
En SLP
le llaman periodista a quien logra dominar la fraseología hereditaria,
repetitiva y cansona, como "minimizar", "apuntar",
"acotar", "adelantar", "desdeñar" , “palomear” y
"golpeteo".
Son
"periodistas" porque escriben conflagración en lugar de incendio;
nosocomio por hospital; progenitores por padres; inmueble por casa;
invariablemente los accidentes son fatídicos, la carretera es carpeta
asfáltica; los incendios son voraces,los bomberos son tragahumo, el agua es el
líquido elemento, a un perro bravo lo ascienden a feroz can y un carro veloz es
un raudo vehículo.
Con ese
vocabulario, utilizado ya por más de 70 años en los diarios potosinos, se
adquiere el rango de periodista, aunque las notas carezcan de interés, de
calidad, de sentido o de importancia, de imparcialidad, de veracidad o de todo
eso combinado.
EL LECTOR APRENDE LO QUE LEE
Si el
supuesto periodista escribe con semejantes limitaciones y desconocimiento
periodístico ¿Que sentido crítico periodístico desarrolla el lector al
embutírsele tal bazofia?
Por
desgracia, ninguno, es por eso que es la nota roja la que atrae más lectores.
Al final del día, el 1 de julio, en Pulso internet se vieron los resultados de
las notas más leídas: "Mujer y dos hijos mueren en accidente";
"Jóvenes maestros se accidentan: Un muerto"; "Tres heridos, en
choque de Av. Salvador Nava"; "Saquean tienda en Carranza".
En cambio,
la nota regular con más lectores fueron las declaraciones del Arzobispo, sobre
la pobreza en el estado.
En
contraste, en la prensa en español de
Estados Unidos, de propiedad mayormente mexicana, no existen las páginas de
policía ni de sociales. Se le da importancia a las noticias que influyen en la
comunidad, en lo social, en lo político, en lo educativo, en lo económico. En
lo de verdad relevante.
Pero más
que nada, se escribe con sentido, imparcialidad, veracidad y estilo
periodístico, en el que se observan las reglas periodísticas de la exactitud,
la objetividad y el balance de la noticia; se elimina la promoción de intereses
ajenos, ya sean políticos, religiosos, de clase, de individuos o de grupos que
excluyan a las otras partes, grupos o individuos.
NO HAY
PEOR SORDO…
Me
sorprende la ingenuidad o ignorancia de algunas personas que, a pesar de lo
extenso que he escrito sobre el tema, peor aún, que a pesar de tener un título
profesional, demuestran incapacidad para asimilar razonadamente.
En varios
correos electrónicos la Licenciada en Ciencias de la Comunicación, Verónica
Bravo E. me hace observaciones poco inteligentes, por ejemplo en su último
correo me dice: "Es obvio que no se puede hacer una comparación, ni con el
tiraje ni con el contenido de los periódicos de Estados Unidos y de SLP. Se
dice usted periodista, pero en realidad dista mucho de serlo, cuando menos lo
demuestra".
Verónica
pasa por alto que claramente yo escribí sobre los periódicos en español de
Estados Unidos. Yo no me referí a diarios como el New York Times, con más de 2
MILLONES de tiraje DIARIO; ni a Los Ángeles Times con un tiraje similar,
tampoco al Chicago Tribune, con un millón 800 mil.
Pobre
Verónica, no me extraña ni lo más mínimo lo estrecho de sus apreciaciones, no en
balde ella fue (¿o es?) reportera de un diario potosino. Para qué decir más.
En
cambio, en esta era del correo electrónico, generalmente escrito
apresuradamente y hasta torpemente, es refrescante recibir correos que me
sorprenden por su elegancia, estilo y substancia, como el siguiente:
"Eric
mi desconocido amigo:
Si bien
he leído con atención tus correos, he de ser honesta y decirte que cada día me
intriga más tu actitud, aún no logro entender cual es el propósito de tus
mensajes. Percibo una dura censura, pero me atrevo a pensar que tú buscas algo
más.
Será que
deseas que aprendamos a no permanecer callados, o que deseas hacerte notar, (lo
que en mi caso has conseguido con creces), bueno el caso que sea, sé que hay
alguien que desde Chicago percibe las situaciones con una óptica diferente.
Saludos
y un abrazo
Alejandra
Sánchez."
¿Mi
respuesta a Alejandra? No busco notoriedad, busco un periodismo potosino que no
encuentro. Tú lo has percibido correctamente, deseo que termine el status quo
del periodismo potosino, soso, vacío, ilegalmente subsidiado.
Que la
ciudadanía exija, a través de sus instituciones civiles, como el Colegio de San
Luis y las universidades, un verdadero periodismo. Que analizando las terribles
deficiencias del actual, se les dé solución, creando talleres de periodismo a
varios niveles, con los maestros y textos adecuados, para que en ellos participen
todos los reporteros reales, sin excepción, recibiendo su certificado de
participación al finalizar el último nivel.
Mientras
tanto, el Colegio de San Luis ya habría abierto los cursos de periodismo, que
culminen con una maestría adecuadamente reconocida por la Secretaría de
Educación.
Mientras
eso sucede, que los maestros universitarios que tan desafortunadamente
participan en la calificación de trabajos del anti ético y anti periodístico
Premio Estatal de Periodismo, acepten que cometen un gravísimo error y de
alguna manera lo rectifiquen.
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