EL
PERIODISMO POTOSINO NO HA EVOLUCIONADO EN MÁS DE CIEN AÑOS
Por Eric Muñiz
de la Rosa
Por lo que
se lee cotidianamente en los diversos diarios potosinos, el periodismo potosino
poco ha evolucionado.
Ya Manuel
Muro, en su libro Miscelánea Potosina, se quejaba de que: "En San Luis,
propiamente hablando, no hay periodistas, y quién sabe cuanto tiempo pase para
que los haya". Quien diría que más de 100 años después no se han cumplido
sus deseos.
Los diarios
potosinos, sin excepción alguna, carecen de los elementales códigos de ética y
libros de estilo. Por las notas que escriben, los reporteros ignoran lo que es
aplicar la veracidad, la imparcialidad y el balance en la información.
El plagio,
la distorsión, la fabricación, la deshonestidad y el amarillismo han tomado
carta de naturalización en el diarismo potosino, mientras que, por otro lado,
aún son rampantes las "igualas", las gacetillas y el
"embute" y el chayote o cochupo.
Un ejemplo
concreto y típico: es inconcebible que el 99 por ciento de las notas de quien,
habiendo ocupado el cargo de director de un diario, no sean otra cosa que
vulgares y descarados plagios de páginas de internet.
Si cuando
menos Jaime Hernández se tomara la molestia de disfrazar sus plagios con la
inclusión de declaraciones de las personas involucradas en su
"copiadera".
Las
obligadas aclaraciones editoriales son desconocidas en el periodismo potosino.
Hoy "informan" que extranjeros invertirían en renovaciones al
aeropuerto; mañana publican que "fulano desmintió que extranjeros
invertirían en renovaciones al aeropuerto".
Lo más
patético es la publicación, muy seria, de apariciones, figuras de santos que
flotan en aire, curaciones milagrosas y hasta vuelos de ovnis. No hace mucho
que Pulso publicó que el incendio en la planta de zinc de IMMSA fue producido
por uno de esas fantasías.
De paso,
masacran al idioma español. Quienes debieran ser sus guardianes son quienes más
lo laceran y lo violan. Para la inmensa mayoría de los reporteros potosinos no
existen los corchetes, el punto y coma, las comillas ni los paréntesis.
De la misma
manera es indiscriminado, ”y raya en lo criminal”el uso incorrecto de las
mayúsculas y de las comas. Ejemplo tácito es el mencionado Jaime Hernández,
quien, en reciente artículo sobre la Prueba Enlace, escribió repetidamente con
mayúsculas las palabras matemáticas y español.
Lo
increíble e irónico de tan grave, como triste, situación es que en San Luis
Potosí hay cuando menos cinco instituciones educativas que ofrecen carrera de
ciencias de la comunicación, una carrera que aunque no es periodismo, muchos la estudian como si lo
fuera.
Ni el
graduarse garantiza la obtención de conocimientos, el diario Pulso tiene como coordinadora
editorial a una graduada en esa carrera, y de ribete “maestra” de la asignatura
de periodismo, y los resultados no se ven en los cientos de notas publicadas
cargadas con todos los errores arriba mencionados.
Repitiendo
las palabras de Manuel Muro: "En San Luis, propiamente hablando, no hay
periodistas, y quién sabe cuanto tiempo pase para que los haya".
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