EL
PALURDO MONERO DE PULSO, ALFREDO NARVÁEZ OCHOA, CONVERTIDO EN MAESTRO DE
CULTURA
Por Eric
Muñiz de la Rosa
En mi
continua lucha por enmendar entuertos me tope ahora con algo que, por la
absurdo me dejó perplejo y no lo pude dejar pasar por desapercibido
Está por
demás señalar que el periodismo potosino está muy por debajo de sus normas más
básicas, que no ha pasado de ser una repetición fiel de los comunicados de
prensa, que lo normal es nunca confirmar los datos ni las declaraciones, ni
darle imparcialidad a las notas. Los diarios potosinos no tienen secciones
dedicadas a turismo, religión, política, educación o cultura. Mucho menos entre
el personal de las redacciones de los diarios hay reporteros, editores o
columnistas especializados en esos temas.
Los
diarios potosinos siguen el anticuado formato de las clásicas secciones de
notas nacionales, locales, espectáculos, sociales y policía; los editores y
directores de los diarios potosinos no saben que en los países del Primer Mundo
los diarios no tienen secciones de policía y sociales, simplemente porque eso
no es periodismo.
En ninguna
sala de redacción de ningún diario potosino, existe un reportero que sepa
diferenciar entre una pintura de El Greco y una de Velázquez. Tampoco hay
reporteros en San Luis Potosí que puedan mencionar dos o tres títulos de
composiciones de Johann Strauss, padre y otras dos o tres de Johann Strauss, hijo, mucho menos
nombrarlas cuando están siendo tocadas. Incluyendo areporteros que tienen años
trabajando como tales en los diarios potosinos.
Ahora,
¿Qué podría saber un caricaturista de un diario potosino sobre periodismo
cultural?
La
pregunta viene a colación porque leí, por casualidad, sobre un taller que se
impartió en el Centro de Arte y Nuevas Tecnologías, titulado “Cazadores de
noticias, introducción al periodismo cultural” que será impartido, decía la
nota, por María Elena Matadamas Jiménez, María Luisa López y ¡Agárrense de algo
firme! Alfredo Narváez Ochoa, el palurdo monero del diario Pulso, que si de
periodista no tiene nada ¿Qué puede tener de culto?
Bueno,
para saberlo basta ver sus caricaturas, derroche de “cultura”.
La nota
decía que “ ‘Cazadores de noticias’ tiene el propósito de dar a conocer la
importancia que conlleva el trabajo de difusión y divulgación de la cultura, la
formación de un periodista, su responsabilidad, función social y las
herramientas para el manejo y generación de información.”
Como
quien dice la panacea para remediar el anímico estado en que se encuentra el
periodismo potosino. Solo que… ¿Por qué uno de los instructores, por llamarlo
de alguna forma, es un soberano ignorante del periodismo, más conocido por su
proclividad a vivir del erario? Eso merece el “periodismo” potosino, seguir
viviendo en un marasmo mental, se ve que les agrada ir hacia atrás.
Un
aprendiz de periodista, totalmente desubicado me envió un mensaje, que entre
otras cosas decía: “Alfredo Narváez me impartió un curso de periodismo cultural
en el Centro de las Artes. Yo no sé qué tan bueno o malo sea el periodismo de
mi estado y ciudad, pero en lo que a mí me ha tocado hacer siempre lo he
buscado desempeñar con esfuerzo, mucha dedicación y ética”.
“Ética”,
la palabra clave, esta persona que menciono está encargada de la revista Librevia,
para la cual yo colaboré en la mayoría de las ediciones que se publicaron en
papel, (ahora existe solo en internet), pero nunca ha tenido publicidad
comercial para subsistir. Es decir que subsiste del chayote, y a esa persona a
la que me refiero Alfredo Narváez no le enseñó que vivir del chayote, o recibir
un salario procedente del chayote, no es nada ético, ¿Cómo iba a hacerlo?
No, con
esa clase de “maestros” nunca habrá periodismo verdadero en San Luis Potosí.
No comments:
Post a Comment