PREMIO
ESTATAL DE PERIODISMO, LA FARSA BAJO LA FÉRULA DEL GOBIERNO
Por Eric
Muñiz de la Rosa
Una prensa
financiada por la publicación de gacetillas y propaganda gubernamental
encerradas en lo que eufemísticamente llaman "apoyos
institucionales", en una prensa que permanecerá como rehén del gobierno.
Mientras
los diarios reciben jugosos subsidios, a los que deben su existencia, los menos
favorecidos son los reporteros, quienes suplementan sus exiguos salarios,
menores a los de un empleado de Wal Mart, aceptando el "chayote".
Tan
enquistadas están estas malas prácticas, que ya forman parte del ADN de los
periodistas, quienes no solo las aceptan, sino que, dentro de su equivocada
creencia, las defienden como si fuesen un derecho laboral.
Claro que
no se espera mucho de quienes, como periodistas, han tenido una formación
empírica, ignorantes de lo que es ética y deontología periodísticas.
En
respuesta a mis preocupaciones por tener un periodismo ético, he recibido "justificaciones"
de las gacetillas de varios trabajadores de diarios potosinos; como Alfredo
Narváez, caricaturista del diario Pulso que me dijo en un correo electrónico:
"O no aceptas o no entiendes que el uso de las gacetillas es común en
toooooooooodo (sic) el territorio mexicano, gacetillas que todos los medios
publican tal y como aparecen en la página Web oficial del gobierno
estatal".
Quiero
destacar que mis comentarios en contra de las gacetillas no sólo enojan a
algunos periodistas potosinos, sino que los confunden a tal grado, que de momento el subconsciente los
traiciona, por ejemplo, "Pingo" terminó su "defensa" de las
gacetillas dándose un balazo en las patas: "Si en verdad eres el
periodista que dices que eres, deberlas saber que la ética es uno de los
principios que mueven a los periodistas y tus comentarios muestran que eres
igual a los que tratas de dibujar como periodistas potosinos o peor aún,
periodistas como los de Pulso e incluso, como Adriana Ochoa”.
De Alma
Gutiérrez Ibarra, reportera de el diario El Sol de San Luis, y a quien, por
lapsus calami, equivocadamente identifiqué como reportera de La Jornada San
Luis, recibí lo siguiente: "Si dices ser periodista no debes ignorar que
cualquier entidad de gobierno emite boletines prensa que se publican como
inserciones pagadas, si eres tan chingón (sic) como dices porqué no regresas (a
San Luis Potosí) a iluminarnos con tu sabiduría".
Contradictoriamente,
en otro párrafo Alma escribió: "Si hay diferencia entre escribir en La
Jornada y El Sol de San Luis, pregúntales cuánto ganan (en La Jornada), porque
si lo hacen ahí es por profesionalismo y amor al arte".
Patética la
situación del periodismo potosino, ¿No?
Pero, peor
aún, el periodismo cae a las profundidades de la ignominia cuando, quienes
representan la percibida profesionalización de las comunicaciones, de una
manera indolente, se prestan a la calificación y presentación del anti ético y
falso Premio Estatal de Periodismo, que lleva el pesadísimo lastre de una nada
subliminal condescendencia hacia el gobierno del estado, patrocinador del, de
esta manera, anti periodístico premio.
Me refiero
a los diferentes directores y maestros de escuelas de ciencias de la comunicación
de diferentes universidades y a profesionales en otras áreas que han sido
integrantes del jurado calificador de este premio, ninguno de ellos, por
cierto, versados en periodismo.
Claro, engrapados
a la rama de olivo van cheques de 10 mil a 25 mil pesos para cada uno de los 50
o más ganadores, cantidades equivalentes a lo que muchos de ellos ganarían en
salario en un año.
Una situación
verdaderamente triste y trágica para el periodismo.
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