Sunday, October 12, 2014

¿DEBE EL GOBIERNO SUBSIDIAR LOS DIARIOS? NO HACE PERIODISMO VERDADERO UN DIARIO QUE RECIBE PUBLICIDAD DEL GOBIERNO

¿DEBE EL GOBIERNO SUBSIDIAR LOS DIARIOS?

por Eric Muñiz de la Rosa, (luchando por un periodismo verdadero)

NO HACE PERIODISMO VERDADERO UN DIARIO QUE RECIBE PUBLICIDAD DEL GOBIERNO

Por lo general, en México los propietarios de medios informativos son millonarios. Por ejemplo, en el ambiente en que desarrollé mi afición por el periodismo—la ciudad de San Luis Potosí—los dueños de medios, (diarios, radio y televisión), son las familias más ricas de esa ciudad.

Las cosas han cambiado, cuando empecé a ejercer el periodismo, hace ya más de 45 años, los diarios acataban la premisa de que debían tener 50 por ciento de páginas editoriales por 50 por ciento de páginas de publicidad. Un diario no podía faltar a esa realidad so pena de caer en sobregastos. Había una fiera batalla entre los diarios para obtener publicidad comercial, de hecho, los vendedores de publicidad eran los mejor pagados. Ahora quienes pagan el tiraje de los diarios son los diferentes gobiernos; el federal, los estatales, los municipales y las dependencias oficiales. Esa es la realidad. 

EL PERIODISMO SUFRE EN SU INTEGRIDAD
Pero ese subsidio disfrazado no es el único mal. El daño colateral que sufre el periodismo, al ser básicamente subsidiado por los diferentes gobiernos, es que automáticamente deja de ser imparcial. No se puede informar con objetividad ni veracidad porque la existencia de los medios mexicanos, supeditada a la publicidad gubernamental, los obliga a publicar los boletines de prensa, sin cambiar el mensaje de los mismos so pena de no recibir su respectivo pago por publicarlos, tampoco pueden investigar, corroborar o comprobar si el boletín, como propaganda gubernamental, refleja la verdad, de ahí que el lector recibe una información amañada, muchas veces hasta falsa.

Al final, esto no es verdadero periodismo porque, en este, estamos obligados a obedecer íntegra y fielmente los cánones periodísticos de la objetividad, la imparcialidad y la veracidad. Obtenemos las debidas declaraciones de los involucrados y los puntos diferentes y opuestos de una historia, buscamos, hurgamos, investigamos, luego publicamos.

El mexicano ve esta situación como muy natural, simplemente porque no conoce la diferencia, por varias generaciones ha tenido esa clase de “periodismo”, no sabe que la prensa está autocensurada y controlada. A la prensa mexicana se le reprime doblemente con la publicidad gubernamental, si a los diarios se les otorga, están obligados a mantenerla sin criticar al gobierno; si se les niega, desaparecen porque tampoco tienen publicidad comercial.

Recientemente la organización internacional Reporteros sin fronteras dio a conocer su Clasificación Mundial de la libertad de prensa. Como si se estuviera refiriendo particularmente a México, el comunicado decía que “El control de la información sigue siendo un reto de poder y de supervivencia para los regímenes totalitarios y represivos. Nunca la libertad de información había estado tan asociada a la democracia, nunca el trabajo de periodista había molestado tanto a los enemigos de las libertades […] La ecuación es simple: la ausencia o la supresión de las libertades públicas conlleva automáticamente la de la prensa. Las dictaduras temen y prohíben la información, sobre todo cuando ésta puede debilitarlas”.

Reporteros sin fronteras clasifica a México en un paupérrimo lugar 149, por debajo de algunos países africanos que hasta hace poco eran dictaduras, y muy cerca de países como Cuba y Yemen.

LOS DIARIOS MEXICANOS, INMUNES A LA CRISIS ECONÓMICA
He aquí la grandísima diferencia entre el verdadero periodismo, el que vive de la publicidad comercial, y el periodismo—¿Debo escribirlo entre comillas?—que vive netamente de la publicidad gubernamental.

En México, a los propietarios de medios les importa un bledo la publicidad comercial, ¿Cuándo se han publicado estadísticas sobre las altibajas de la publicidad comercial en la prensa mexicana?  Víctor Sampedro, catedrático de Opinión Pública y Comunicación Política en la Universidad Rey Juan Carlos, opina que “la crisis es de modelo y se arrastra desde finales del siglo XX” y recuerda que “ya antes o en los albores de Internet preocupaba mucho el comercialismo y la degradación informativa que acarreaba.”

 Mientras que en otras partes de mundo se han cerrado diarios importantes, para los diarios mexicanos no existe ninguna crisis económica por el descenso de la inversión publicitaria, en todo caso, los años de campañas electorales son de bonanza para periodismo mexicano.

Diarios famosos que viven cien por ciento de la publicidad comercial, como el caso  del Chicago Tribune, han sufrido por la baja en facturación, este diario pronto cobrara por acceder a su sitio de Internet. Aun no deciden un precio o una fecha para empezar a cobrar. El diario The Baltimore Sun, que pertenece a Tribune Co., ya cobra a sus usuarios. Luego de 15 páginas vistas de manera gratuita al mes, el sitio cobra $2.49 a la semana o $49.99 (dólares) por acceso ilimitado durante seis meses.

Los dos únicos diarios rivales de Chicago han llegado a acuerdos que serian incomprensibles para los medios de comunicación de México. El gigante editorial, Chicago Tribune Co., desde 2007 distribuye todo el tiraje de su rival el diario Chicago Sun-Times y siete de sus diarios hermanos. También, desde septiembre de 2011, el Chicago Tribune imprime (maquila) esos mismos diarios. Con esas medidas la compañía Chicago Sun-Times ahorra 10 millones de dólares anuales, aunque la maquila le costó el trabajo a 400 trabajadores de talleres del Sun-Times.

UNA BOFETADA Y VIL BURLA AL PUEBLO MEXICANO
“Dona OEM mil toneladas de harina a Chihuahua”, fue la “noticia” de primera plana en los 72 diarios de la Organización Editorial Mexicana. Una verdadera burla, porque es un reto a la inteligencia creer que 72 diarios carentes de publicidad comercial puedan contribuir a la distribución gratuita de esta enorme cantidad de harina de maíz. El donativo lo hizo el multimillonario Mario Vázquez Raña en nombre de la Fundación MVR-OEM, “fundación” de la que se ignora su existencia y que no se encuentra registrada en la Secretaria de Hacienda y cuanto sitio de Internet consulté.

Es injusto e inmoral que sea con dinero del pueblo mexicano con el que se subsidie a diarios propiedad de multimillonarios.

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