DISEÑO NO ES PERIODISMO
Por Eric Muñiz de la Rosa
El diario Pulso primero experimentó con
"reingeniería" y luego lo hizo con "tecnología de
vanguardia"
La sabiduría popular está repleta de refranes y aforismos
que dan agudamente en el blanco, por ejemplo "aunque la mona se vista de
seda, mona se queda", o bien "el hábito no hace al monje".
Los anteriores se aplican muy a la medida al periodismo
potosino. Un diario vistoso, a todo color, con "tecnología de punta",
podrá ser agradable a la vista, pero inútil si está totalmente carente de
periodismo, como es el caso del tema de esta columna.
Primero, fue en 2004 cuando Editora Mival hizo la —hasta
ahora inútil— inversión en un supuesto "proceso de reingeniería",
supuestamente orientado, dijeron, "a mejorar los contenidos de
Pulso", misma que tuvo un resultado nulo, porque al hacer un análisis de
las recomendaciones que hizo a Pulso el "ingeniero" se obvia que sus
consejos no tuvieron resultado.
En la nota publicada como corolario de la "reingeniería",
resultó irónico que uno de los reporteros de Pulso reflejara en su mismísimo
contenido los males periodísticos de Pulso que señaló el periodista Marco Lara
Klahr, y quedó como ejemplo de las prácticas que se deberían abandonar.
El encabezado de la nota fue una parábola: "El
periodismo frena su evolución y retrocede", seguido de un paradójico
subtítulo que decía: "Existen medios que caen en la
"chatarrización" de la información".
Pulso ve su imagen reflejada en ese espejo, pero ha de
ser el espejo del cuento de Blanca Nieves, que da una imagen distorsionadamente
aduladora.
En su nota, el reportero no se dio cuenta de lo irónico
de las palabras de Lara Klahr: "el periodismo ha retrocedido, y en la
actualidad se encuentra inmerso en un ejercicio banal y descontextualizado, al
igual que los alimentos ‘chatarra’, los medios incurren en la ‘chatarrización’
de la información, con temas banales […] no desarrollan su periodismo, pues no
invierten en la investigación periodística, además que en los últimos años el
salario de los reporteros ha disminuido de manera importante".
Luego leimos la nota "Editora Mival, a la vanguardia
en tecnología", escrita por quien jocosamente algunos llaman el major
reporter de Pulso, J. Carlos Gutiérrez, la que dice que "Con el objetivo
de brindar a nuestros lectores un servicio de comunicación ágil, oportuno
y atractivo, Editora Mival concluyó
exitosamente el curso InDesign CS3, con el
cual los periódicos Pulso, San Luis Hoy y Huasteca Hoy se mantienen a
la vanguardia tecnológica".
Como si un programa digital fuera un potaje mágico que
iluminara de conocimientos periodísticos a los improvisados reporteros
potosinos y sus invisibles editores, coordinadores editoriales, jefes de
sección, jefes de redacción o como sea el nombre con que los designen.
Pulso hace alarde de tecnología con un
"software" ligeramente superior a Page Maker o a QuarXpress, como si
fuera el non plus ultra de la tecnología, cuando cualquier imprenta moderna lo
tiene desde hace tiempo, con un costo máximo de 350 dólares, o cien pesos si
Pulso lo compró pirateado en el mercado dominical de "las vías".
La nota de Juan Carlos agregaba que "Los editores
gráficos, editores y coordinadores editoriales de Editora Mival, participaron
exhaustivamente en este curso impartido por la
empresa Digital Graphic Solutions […] InDesign CS3 optimiza gráficos, de
manera que el periódico luce más limpio y llamativo".
Y aquí viene lo bueno: "Por su parte, Adriana Ochoa,
Martha Rangel, Armando Acosta y Jaime
Hernández, coordinadores editoriales, coincidieron al señalar que hay un gran
esfuerzo y compromiso de parte de esta casa editora en ofrecer servicios de
comunicación vanguardistas a los lectores potosinos".
Pues fíjense que no.
Lo que Pulso necesita son verdaderos periodistas como
coordinadores editoriales y como reporteros, así los lectores nos libraríamos
de notas ridículas e infantiles como las siguientes:
“Potosinos y
turistas observan conmovidos el paso de la silente procesión”; "Recordaron
fieles ruta del Nazareno,”; “Pese a sol, presencian crucifixión”; “Reflexionan
sobre las siete palabras"; “Con cañas hechizas pescan sin gastar”; “Crece
en vacaciones interés por piercings”; “Cervezas oscuras tiene más calorías”.
“Tacos de pescado, un platillo solicitado”, “Venden pan
con medalla franciscana”; “Aumentan empeños luego de vacaciones”; “Altar de
Dolores, una tradición viva”; “Reportan decremento en venta de cerveza”; “Sufre
daños cruz para escenificación”; “Llegan con el calor las prendas ligeras”
“Pocos le colocan anillos y dedales a las roscas de Reyes”;
“Comienza la venta de roscas de reyes”; “Critican venta de pan y roscas
‘clandestinas’ ”; “Crece afluencia de pignorantes”; “Católicos van a dar
gracias a templos”; “Micheladas, una bebida aberrante”; “Aumentan de precio las
gorditas”.
Lo que los coordinadores editoriales, Adriana Ochoa,
Armando Acosta y Jaime Hernández, así
como todos los reporteros, necesitan, es un curso intensivo de periodismo, y
dejarse de "reingenierías" y "tecnología de vanguardia".
A nadie le gusta recibir una caja de regalos preciosa
llena de basura.
No comments:
Post a Comment