Wednesday, October 15, 2014

MÁS DE SIETE DÉCADAS SIN PERIODISMO EN SAN LUIS POTOSÍ

MÁS DE SIETE DÉCADAS SIN PERIODISMO EN SAN LUIS POTOSÍ

Eric Muñiz de la Rosa

Desde la llegada a San Luis Potosí de el diario El Heraldo en 1942 —lo que se podría calificar como su era moderna— no se practica el periodismo en esa ciudad.

¿Es aventurado hacer tal aseveración? No, no lo es, lo he comprobado una y cien veces a través de estos escritos. Los ejemplos abundan:

El periodismo potosino es empírico; las notas son parciales, campea el chayote, el plagio, los refritos, los borregos y las gacetillas; los periodistas son comprados con el millondel gubernamental Premio Estatal de Periodismo; la ausencia de la carrera de periodismo y la obvia falta de esas escuelas.

A eso añádasele ignorancia de la existencia de manuales de estilo y de ética, que trae consigo la ignorancia en la aplicación de la veracidad, la imparcialidad y el balance en la información; la distorsión y fabricación de "noticias", muchas de ellas pagadas; deshonestidad y amarillismo: el "sobre", las "igualas" y el "embute" o “chayote”; editores que ignoran lo que significa esa posición; el DIRECTOR de un diario que firma los comunicados del gobierno como suyos.

Sigamos con la totalidad de los diarios potosinos subsidiados por el gobierno; noticias apócrifas; circulación total de los diarios potosinos de solo 12 mil ejemplares diarios en una ciudad de un millón de habitantes; notas que editorializan y se convierten en opinión; uso indiscriminado de clichés y estereotipos; fotografías de Comunicación Social del gobierno estatal reproducidas con derechos reservados como propiedad de un diario.

En suma, los diaristas potosinos no tienen ni el más mínimo concepto de lo que es el periodismo.

El periodismo es seriedad, veracidad, imparcialidad, exactitud, balance y diversidad en la noticia. Mientras que el periodista debe ser hábil, inteligente, sabelotodo, sagaz, perspicaz, persistente, perceptivo, imparcial, honesto y confiable.

Como consecuencia, la información proporcionada por el verdadero periodismo educa, guía, influye, entretiene y satisface. Cuando al periodista o al periodismo le falta algo de lo anterior, entonces ya está empezando a dejar de ser periodismo.

Por ahí alguien me hizo saber que, en realidad, en San Luis Potosí hay periódicos sin periodistas y periodistas sin periódicos.

Uno de estos últimos es quien publicó, en internet, parte de su tesis de licenciatura, titulada "La Deontología en la Prensa Potosina. Estudio Crítico de Pulso y La Jornada San Luis". Por desgracia, no se identifica a esta persona, pero se publicó en el número 8 de La Gaceta de El Colegio de San Luis, correspondiente al periodo enero-abril de 2003. 

Parte de la tesis dice que "No hay periódico que deje sin afirmar tener el compromiso de informar veraz e imparcialmente, (objetivamente), y al margen de intereses bastardos, (pero que) prácticamente nunca cumplen esa promesa", y para comprobarlo desarrolló el tema en su tesis.

Empieza con exponer lo que, se supone, es el periodismo: "una forma de comunicación social por la que se dan a conocer y analizan los hechos de interés público […] proporcionar a los lectores los suficientes elementos de contexto y análisis para que sean capaces de tomar decisiones que afectarán de una forma u otra a la sociedad", citando a Manuel Buendía: "De la clase de periodismo que haya en una sociedad dependerá el éxito o retraso en la lucha por la justicia y la democracia".

Y continúa, "Si la finalidad última del periodismo es ayudar a la lucha social por la justicia y la democracia, queda clara la responsabilidad social que tienen los periodistas, función que se refrenda en estatutos editoriales y códigos deontológicos, que en la práctica no se cumplen".

Y añade, "Más allá de consensos universales y entelequias, la realidad de la prensa escrita (recuerden que habla de la prensa POTOSINA) muestra serias deficiencias ante las cuales difícilmente se cumplen los propósitos informativos y orientadores que se atribuyen al periodismo".

Para el desarrollo de su tesis, el autor entrevistó a directores de diarios potosinos, y después de ello comprobó que se hace lo opuesto a lo dicho por los entrevistados, pues "en las páginas de los diarios analizados priva la descontextualización, la falta de datos relevantes, el contraste de versiones, el seguimiento de la noticia... es decir, la DESINFORMACIÓN".

"El análisis mencionado implicó 20 ediciones de dos diarios potosinos. Una primera muestra se tomó del 4 al 13 de abril de 2001 y la segunda, del 11 al 20 de junio del mismo año. Se contaron un total de 681 noticias en Pulso y de 432 en La Jornada San Luis. En ambos, se analizaron las noticias de la sección local.

En ambos diarios privó la reproducción de dimes y diretes de los personajes de la vida pública sobre la investigación: 93% de noticias de dichos sobre 7% de noticias de hechos, es decir, aquellas que son resultado del testimonio directo del reportero o de la investigación y documentación. De esto se infiere que ambos diarios optaron por un periodismo de bajo perfil, declarativo más que de investigación".

Esa tendencia se refuerza en que, de las unidades informativas analizadas, el Pulso publicó 90% de noticias con falta de datos relevantes, 66% sin contrastar versiones (punto de vista opuesto), 58% sin seguimiento en los días posteriores y 4% que especulaban; mientras que el La Jornada San Luis publicó 85% de noticias sin el suficiente respaldo contextual o documental (falta de declaraciones o citas), 69.5% sin contrastar versiones (punto de vista opuesto),, 67% sin seguimiento y 3% especulativas".

Otras variables que merecen destacarse son la objetividad de los encabezados, el equilibrio de fuentes (balance en la información) y la variedad de géneros".

En cuanto a la objetividad de los encabezados, Pulso publicó 65% de tipo subjetivo (por apartarse del contenido de la noticia al editorializar o reproducir aseveraciones sin mencionar a las fuentes de las mismas) contra 35% objetivos; mientras el La Jornada San Luis revirtió esa tendencia al publicar 65% objetivos contra 35% subjetivos, principalmente por no mencionar a la fuente de las aseveraciones".

Existe, dice la tesis: "Una tendencia mayoritaria a favor del discurso gubernamental (gacetillas): 54% de noticias basadas en aseveraciones de funcionarios contra 46% basadas en el dicho de fuentes no gubernamentales (partidos, organizaciones privadas y no gubernamentales, iglesias, académicos, etcétera)".

"En conclusión", dice el estudio, "al ser la noticia el género privilegiado por ambos diarios, y al publicarse éstas con falta de datos, contraste de versiones y seguimiento, los diarios analizados ofrecieron a sus lectores poca información e incumplieron sus propios postulados deontológicos […] tenemos la desinformación, la falta de profesionalismo, los intereses espurios, la desidia por ejercer un OFICIO de rutina".

Como remedio a esta situación tan anti periodística, el autor propone, igual que yo lo he propuesto, "una mayor profesionalización que no sólo implique a los reporteros, sino también a redactores y editores; a la par, la formación de lectores críticos de los medios, que sean capaces de exigir que las empresas informativas cumplan verdaderamente sus compromisos deontológicos".

Ya propuse que se ponga fin a este aberrante estatus quo del diarismo potosino, (no puede llamársele periodismo), estableciendo la Certificación de Conocimientos Periodísticos, con el Colegio de San Luis tomando la batuta.

Con la muestra de la persona que presentó esa tesis, nos damos cuenta que si hay maestros de periodismo capacitados en San Luis Potosí para que mi propuesta se haga realidad.

Y hasta me ofrezco de instructor.

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