MÁS DE
SIETE DÉCADAS SIN PERIODISMO EN SAN LUIS POTOSÍ
Eric Muñiz
de la Rosa
Desde la
llegada a San Luis Potosí de el diario El Heraldo en 1942 —lo que se podría
calificar como su era moderna— no se practica el periodismo en esa ciudad.
¿Es
aventurado hacer tal aseveración? No, no lo es, lo he comprobado una y cien
veces a través de estos escritos. Los ejemplos abundan:
El
periodismo potosino es empírico; las notas son parciales, campea el chayote, el
plagio, los refritos, los borregos y las gacetillas; los periodistas son
comprados con el millondel gubernamental Premio Estatal de Periodismo; la
ausencia de la carrera de periodismo y la obvia falta de esas escuelas.
A eso
añádasele ignorancia de la existencia de manuales de estilo y de ética, que
trae consigo la ignorancia en la aplicación de la veracidad, la imparcialidad y
el balance en la información; la distorsión y fabricación de
"noticias", muchas de ellas pagadas; deshonestidad y amarillismo: el
"sobre", las "igualas" y el "embute" o “chayote”;
editores que ignoran lo que significa esa posición; el DIRECTOR de un diario
que firma los comunicados del gobierno como suyos.
Sigamos con
la totalidad de los diarios potosinos subsidiados por el gobierno; noticias
apócrifas; circulación total de los diarios potosinos de solo 12 mil ejemplares
diarios en una ciudad de un millón de habitantes; notas que editorializan y se
convierten en opinión; uso indiscriminado de clichés y estereotipos;
fotografías de Comunicación Social del gobierno estatal reproducidas con
derechos reservados como propiedad de un diario.
En suma,
los diaristas potosinos no tienen ni el más mínimo concepto de lo que es el
periodismo.
El
periodismo es seriedad, veracidad, imparcialidad, exactitud, balance y
diversidad en la noticia. Mientras que el periodista debe ser hábil,
inteligente, sabelotodo, sagaz, perspicaz, persistente, perceptivo, imparcial,
honesto y confiable.
Como
consecuencia, la información proporcionada por el verdadero periodismo educa,
guía, influye, entretiene y satisface. Cuando al periodista o al periodismo le
falta algo de lo anterior, entonces ya está empezando a dejar de ser
periodismo.
Por ahí
alguien me hizo saber que, en realidad, en San Luis Potosí hay periódicos sin
periodistas y periodistas sin periódicos.
Uno de
estos últimos es quien publicó, en internet, parte de su tesis de licenciatura,
titulada "La Deontología en la Prensa Potosina. Estudio Crítico de Pulso y
La Jornada San Luis". Por desgracia, no se identifica a esta persona, pero
se publicó en el número 8 de La Gaceta de El Colegio de San Luis,
correspondiente al periodo enero-abril de 2003.
Parte de la
tesis dice que "No hay periódico que deje sin afirmar tener el compromiso
de informar veraz e imparcialmente, (objetivamente), y al margen de intereses
bastardos, (pero que) prácticamente nunca cumplen esa promesa", y para
comprobarlo desarrolló el tema en su tesis.
Empieza con
exponer lo que, se supone, es el periodismo: "una forma de comunicación
social por la que se dan a conocer y analizan los hechos de interés público […]
proporcionar a los lectores los suficientes elementos de contexto y análisis
para que sean capaces de tomar decisiones que afectarán de una forma u otra a
la sociedad", citando a Manuel Buendía: "De la clase de periodismo
que haya en una sociedad dependerá el éxito o retraso en la lucha por la
justicia y la democracia".
Y continúa,
"Si la finalidad última del periodismo es ayudar a la lucha social por la
justicia y la democracia, queda clara la responsabilidad social que tienen los
periodistas, función que se refrenda en estatutos editoriales y códigos
deontológicos, que en la práctica no se cumplen".
Y añade,
"Más allá de consensos universales y entelequias, la realidad de la prensa
escrita (recuerden que habla de la prensa POTOSINA) muestra serias deficiencias
ante las cuales difícilmente se cumplen los propósitos informativos y
orientadores que se atribuyen al periodismo".
Para el
desarrollo de su tesis, el autor entrevistó a directores de diarios potosinos,
y después de ello comprobó que se hace lo opuesto a lo dicho por los
entrevistados, pues "en las páginas de los diarios analizados priva la descontextualización,
la falta de datos relevantes, el contraste de versiones, el seguimiento de la
noticia... es decir, la DESINFORMACIÓN".
"El
análisis mencionado implicó 20 ediciones de dos diarios potosinos. Una primera
muestra se tomó del 4 al 13 de abril de 2001 y la segunda, del 11 al 20 de
junio del mismo año. Se contaron un total de 681 noticias en Pulso y de 432 en
La Jornada San Luis. En ambos, se analizaron las noticias de la sección local.
En ambos
diarios privó la reproducción de dimes y diretes de los personajes de la vida
pública sobre la investigación: 93% de noticias de dichos sobre 7% de noticias
de hechos, es decir, aquellas que son resultado del testimonio directo del
reportero o de la investigación y documentación. De esto se infiere que ambos
diarios optaron por un periodismo de bajo perfil, declarativo más que de
investigación".
Esa
tendencia se refuerza en que, de las unidades informativas analizadas, el Pulso
publicó 90% de noticias con falta de datos relevantes, 66% sin contrastar
versiones (punto de vista opuesto), 58% sin seguimiento en los días posteriores
y 4% que especulaban; mientras que el La Jornada San Luis publicó 85% de
noticias sin el suficiente respaldo contextual o documental (falta de
declaraciones o citas), 69.5% sin contrastar versiones (punto de vista
opuesto),, 67% sin seguimiento y 3% especulativas".
Otras
variables que merecen destacarse son la objetividad de los encabezados, el
equilibrio de fuentes (balance en la información) y la variedad de
géneros".
En cuanto a
la objetividad de los encabezados, Pulso publicó 65% de tipo subjetivo (por
apartarse del contenido de la noticia al editorializar o reproducir
aseveraciones sin mencionar a las fuentes de las mismas) contra 35% objetivos;
mientras el La Jornada San Luis revirtió esa tendencia al publicar 65%
objetivos contra 35% subjetivos, principalmente por no mencionar a la fuente de
las aseveraciones".
Existe,
dice la tesis: "Una tendencia mayoritaria a favor del discurso
gubernamental (gacetillas): 54% de noticias basadas en aseveraciones de
funcionarios contra 46% basadas en el dicho de fuentes no gubernamentales
(partidos, organizaciones privadas y no gubernamentales, iglesias, académicos,
etcétera)".
"En
conclusión", dice el estudio, "al ser la noticia el género
privilegiado por ambos diarios, y al publicarse éstas con falta de datos,
contraste de versiones y seguimiento, los diarios analizados ofrecieron a sus
lectores poca información e incumplieron sus propios postulados deontológicos
[…] tenemos la desinformación, la falta de profesionalismo, los intereses
espurios, la desidia por ejercer un OFICIO de rutina".
Como
remedio a esta situación tan anti periodística, el autor propone, igual que yo
lo he propuesto, "una mayor profesionalización que no sólo implique a los
reporteros, sino también a redactores y editores; a la par, la formación de
lectores críticos de los medios, que sean capaces de exigir que las empresas
informativas cumplan verdaderamente sus compromisos deontológicos".
Ya propuse
que se ponga fin a este aberrante estatus quo del diarismo potosino, (no puede
llamársele periodismo), estableciendo la Certificación de Conocimientos
Periodísticos, con el Colegio de San Luis tomando la batuta.
Con la
muestra de la persona que presentó esa tesis, nos damos cuenta que si hay
maestros de periodismo capacitados en San Luis Potosí para que mi propuesta se
haga realidad.
Y hasta me
ofrezco de instructor.
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