Wednesday, October 29, 2014

LA “MAESTRA” DE PERIODISMO ADRIANA OCHOA PRACTICA UN PERIODISMO DE DATOS ESPURIOS, ANÓNIMOS Y NULA OBJETIVIDAD

EL DIARIO PULSO EN MANOS DE LOS PRIMOS OCHOA
Por Eric Muñiz de la Rosa

(A modo de preámbulo: Es necesario señalar que Adriana Ochoa y Alfredo Narváez Ochoa son primos en tercer grado; por razones personales Adriana, nacida en un rancho cercano a Matehuala, adoptó el apellido de su madre y es el único que utiliza. Su padre, un indígena de ascendencia posiblemente chichimeca o huachichil, fue un soldado raso analfabeta. Por lo tanto, el parentesco que los une es por parte de las madres de ambos.)

Como si estuviera libre de los pecados que acusa, Adriana Ochoa, editora de los diarios Pulso, San Luis Hoy y Huasteca Hoy, suelta una serie de supuestos hechos a los que les faltó el periodístico requisito de la objetividad y la verdad aportando datos duros y no meros chismes sin nombres que parecen ser puras invenciones.

En una de sus columnas La Cábala, suelta una sarta de nada sustentados ejemplos sobre la “engorda” de la nomina en la administración del gobernador Fernando Toranzo Fernández.

En toda su columna, esta supuesta periodista solo menciona supuestos casos de supuestos individuos en supuestos cargos en supuestas dependencias. Al final, todo queda en eso, en datos espurios que no tienen cabida en el periodismo verdadero.

Inicia su insustancial diatriba con el improbado caso de “el acomodo del hijo del director de un medio de comunicación en algún cargo de su dependencia, el que fuera, ‘a ver si así ya deja de madrearnos’ ”.
Y con un golpe de pecho, como beata en olor de santidad, Adriana plasma en seguida—como jaculatoria—la frase: “Vaya política de medios”. Como si ella no fuese parte de esos pútridos medios que buscan acomodo para amigos y familiares en dependencias oficiales, o para si misma.

La editora desoye la norma periodística de escribir objetivamente. “Sin objetividad, lo publicado es solo un chisme”, nos dice Siegfried Mandell en su libro de texto Periodismo Moderno (Modern Journalism).
¿Por qué no mencionó el nombre del director, del supuesto hijo y del diario?

Soltando “borregos” como los que suelta Adriana en su columna, yo podría escribir—y publicar—que, quien acomodó a un hijo en alguna dependencia oficial fue “el más feo de los diputados”, y lo único que lograría es que en la próxima sesión los diputados se la pasaran comparándose unos con otros.

Adriana continua con sus improbados ejemplos con lo siguiente: “Un derrotado candidato a alcalde se ganó un puesto bien remunerado”. Pero ni da el nombre del “derrotado candidato”, ni dónde logro colocarse.

En el periodismo se le llama al pan, pan y al vino, vino. O se hace una denuncia clara, sin enigmas a despejar, o no se escribe nada, pues nada se logra con espejismos descritos a medias. En el periodismo no caben las suposiciones.
Sin embargo, en su columna Adriana sigue con su verborrea de etéreas y fantasmagóricas acusaciones: “Otro personaje de los medios que encasquetó a tres o cuatro 'protegidas' en una secretaría y una docena de amigos en otras dependencias”.

¿Quién es ese otro personaje de los medios y quiénes son esas tres o cuatro protegidas y quiénes completan la docena de amigos? ¿Cuáles son las dependencias?

Otros referidos de Adriana se nos antojan igualmente simples y llanas mentiras, inventos, como lo siguiente: “La amiga inempleable y sin escolaridad pero relacionada ‘con gentes (sic) cercanas al doctor’, que agarró mando medio en un giro todavía incomprensible para ella, o la señora de algún nuevo don Chinguetas que de fregar pisos en su casa saltó a cargo directivo. Y otro sufrido secretario que le contaba a un amigo su pesar por la tarea de 'colocar' en su ministerio a tal o cual este personaje, cuál más cuestionado, cuál más impresentable o cuál más lastre, porque todos eran ‘compromisos de campaña’ ”.

¿Acaso, en su mente de supuesta editora, Adriana no se da cuenta que, aparte de que lo espurio es anti periodístico y que también no conduce a nada?

Pero eso no es lo peor, lo peor es la cachaza de Adriana por “denunciar” la percibida corrupción en la administración de Fernando Toranzo cuando ELLA es parte de una peor corrupción. Aún peor, porque pretendiendo ser periodista, y ¡maestra de periodismo! falta de la manera más inmoral a los preceptos más sagrados del periodismo, más aún, haciéndolo de esta hipócrita manera.

También hay que recordarle que ella es también parte indirecta del engorde de la nómina del gobierno, ya que su sueldo se le paga del chayote gigante de las gacetillas que “sus” tres diarios publican anti periodísticamente como notas, ya que sus diarios sin el chayote son insolventes, los tres diarios de Mival no podrían sostenerse con la única—inmoral, por cierto—publicidad que tienen, que es la que les pagan las prostitutas, prostíbulos y clínicas de abortos, que se anuncian descarada e inmoralmente en el diario San Luis Hoy.

Que ella ha recibido miles, miles de pesos en “sobres de fin de año”, que ella ha aceptado anti éticas invitaciones a comer de gobernadores, que ha recibido miles de pesos en diversos contratos con el gobierno, que ella recibe “comisiones” de los negocios directos que ella hace con gobiernos para publicar esto o aquello.

¿Cuándo publicó ella algo sobre los ilegales regalos de plumas de lujo, trajes, despensas familiares y carteras que recibieron sus reporteros?

Peor aún, después de hacerse público lo anterior ella no levantó un dedo para despedirlos ¡Siguen trabajando en Mival!

Hipócritamente Adriana habla de una nómina obesa, cuando escribió  “las historias de los nuevos funcionarios del gobierno estatal ahí están, son reales”.

Lean ustedes los agravantes insultos que esta moralista de pacotilla lanza a diestra y siniestra, eso si, rebotándole todos a ella y a sus subordinados: “padres que colocan a sus hijos galletones en empleos bien remunerados; esposos que gestionan 'acomodo' a sus semialfabetizadas esposas; Fouchés de huarache; Mata Haris de escote abracadabrante, manicure francés y hazañas en Facebook; lambiscones profesionales de baba espesa y pajarracos del más grosero plumaje en el aviario político". De repente, como que está describiendo a sus reporteros, pero más que nada a ella misma.

Pero aún hay más, Adriana tuvo la cobardía de no mencionar nombres, quizás para evitar una pedrada furtiva en la vía pública, o ya de menos una mentada de madre, pero también hizo gala de su acostumbrada hipocresía al no admitir que muchos periodistas contribuyen a la engorda de la nómina.

Y no solamente por el beneficio indirecto que muchos periodistas reciben del erario, sino también esos que reciben cheques como "aviadores" en muchas dependencias oficiales, empleados de sus mismos diarios, quepa la aclaración, pues a resultado de la grilla política potosina, nos dimos cuenta que el monero de Pulso, Alfredo Narváez Ochoa, pariente, por cierto de ella (Adriana Ochoa), es uno de ellos.

Siguiendo con su hipocresía, dice Adriana en su columna que “duele el bolsillo, como contribuyente, en qué gastan el dinero organismos perfectamente prescindibles, sea por inútiles o por duplicidad de funciones [...] El contribuyente está harto de pagar los sueldos, altísimas prestaciones y aguinaldos de 90 días a una casta parasitaria cuyos méritos laborales o profesionales ni siquiera están claros”.

¿Parásitos? el burro hablando de orejas.

Ya en otras ocasiones he escrito sobre estas metidas de pata de Adriana, ¿qué acaso no se da cuenta que ella y sus subordinados son parte del problema? Para criticar sus escritos de auto balazos, he empleado las frases “escupir para arriba”, “efecto bumerang” y “techo de cristal”.

(Nota adicional: Ya he preguntado con anterioridad ¿Cómo es posible que esta mujer, que obviamente no sabe ni un comino de lo que es periodismo sea MAESTRA de periodismo en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí?

Sunday, October 26, 2014

EL PERIODISMO POTOSINO, REHÉN DEL ESTADO

EL PERIODISMO POTOSINO, REHÉN DEL ESTADO

Por Eric Muñiz de la Rosa

Una prensa financiada por la publicación de gacetillas y propaganda gubernamental encerradas en lo que eufemísticamente llaman “apoyos institucionales”, en una prensa que permanecerá como rehén del gobierno.

Nada periodístico es, que los diarios presenten esos boletines y publicidad gubernamental disfrazadas como notas de prensa. Periodísticamente deben ir en páginas interiores y claramente marcadas con la leyenda “Inserción Pagada”.

Por otra parte, mientras los diarios reciben los jugosos subsidios a los que deben su existencia, los menos favorecidos son los reporteros, quienes suplementan sus exiguos salarios, menores a los de un empleado de Wal Mart, aceptando el “chayote”.

Tan enquistadas están estas malas prácticas, que ya forman parte del ADN de los periodistas, quienes no solo las aceptan, sino que, dentro de su equivocada percepción, las defienden como si fuesen un derecho laboral.

Claro que no se espera mucho de quienes, como periodistas, han tenido una formación empírica, ignorantes de lo que es ética y deontología periodísticas.

En respuesta a mis preocupaciones por tener un periodismo nada ético, he recibido “justificaciones” de las gacetillas de varios trabajadores de diarios potosinos; como la del caricaturista del diario Pulso, Alfredo Narvaez Ochoa, que me dice: “O no aceptas o no entiendes que el uso de las gacetillas es común en toooooooooodo el territorio mexicano, gacetillas que todos los medios publican tal y como aparecen en la página Web oficial del gobierno estatal”.

De una reportera (de el diario El Sol de San Luis), recibí lo siguiente: “Si dices ser periodista no debes ignorar que cualquier entidad de gobierno emite boletines prensa que se publican como inserciones pagadas, si eres tan chingón (sic) como dices porqué no regresas (a San Luis Potosí) a iluminarnos con tu sabiduría”.

Patética la situación del periodismo mexicano, ¿No?

Saturday, October 25, 2014

PREMIO ESTATAL DE PERIODISMO, LA FARSA BAJO LA FÉRULA DEL GOBIERNO



PREMIO ESTATAL DE PERIODISMO, LA FARSA BAJO LA FÉRULA DEL GOBIERNO 

Por Eric Muñiz de la Rosa

Una prensa financiada por la publicación de gacetillas y propaganda gubernamental encerradas en lo que eufemísticamente llaman "apoyos institucionales", en una prensa que permanecerá como rehén del gobierno.

Mientras los diarios reciben jugosos subsidios, a los que deben su existencia, los menos favorecidos son los reporteros, quienes suplementan sus exiguos salarios, menores a los de un empleado de Wal Mart, aceptando el "chayote".

Tan enquistadas están estas malas prácticas, que ya forman parte del ADN de los periodistas, quienes no solo las aceptan, sino que, dentro de su equivocada creencia, las defienden como si fuesen un derecho laboral.

Claro que no se espera mucho de quienes, como periodistas, han tenido una formación empírica, ignorantes de lo que es ética y deontología periodísticas.

En respuesta a mis preocupaciones por tener un periodismo ético, he recibido "justificaciones" de las gacetillas de varios trabajadores de diarios potosinos; como Alfredo Narváez, caricaturista del diario Pulso que me dijo en un correo electrónico: "O no aceptas o no entiendes que el uso de las gacetillas es común en toooooooooodo (sic) el territorio mexicano, gacetillas que todos los medios publican tal y como aparecen en la página Web oficial del gobierno estatal".

Quiero destacar que mis comentarios en contra de las gacetillas no sólo enojan a algunos periodistas potosinos, sino que los confunden a tal  grado, que de momento el subconsciente los traiciona, por ejemplo, "Pingo" terminó su "defensa" de las gacetillas dándose un balazo en las patas: "Si en verdad eres el periodista que dices que eres, deberlas saber que la ética es uno de los principios que mueven a los periodistas y tus comentarios muestran que eres igual a los que tratas de dibujar como periodistas potosinos o peor aún, periodistas como los de Pulso e incluso, como Adriana Ochoa”.

De Alma Gutiérrez Ibarra, reportera de el diario El Sol de San Luis, y a quien, por lapsus calami, equivocadamente identifiqué como reportera de La Jornada San Luis, recibí lo siguiente: "Si dices ser periodista no debes ignorar que cualquier entidad de gobierno emite boletines prensa que se publican como inserciones pagadas, si eres tan chingón (sic) como dices porqué no regresas (a San Luis Potosí­) a iluminarnos con tu sabiduría".

Contradictoriamente, en otro párrafo Alma escribió: "Si hay diferencia entre escribir en La Jornada y El Sol de San Luis, pregúntales cuánto ganan (en La Jornada), porque si lo hacen ahí­ es por profesionalismo y amor al arte".

Patética la situación del periodismo potosino, ¿No?

Pero, peor aún, el periodismo cae a las profundidades de la ignominia cuando, quienes representan la percibida profesionalización de las comunicaciones, de una manera indolente, se prestan a la calificación y presentación del anti ético y falso Premio Estatal de Periodismo, que lleva el pesadísimo lastre de una nada subliminal condescendencia hacia el gobierno del estado, patrocinador del, de esta manera, anti periodístico premio.

Me refiero a los diferentes directores y maestros de escuelas de ciencias de la comunicación de diferentes universidades y a profesionales en otras áreas que han sido integrantes del jurado calificador de este premio, ninguno de ellos, por cierto, versados en periodismo.

Claro, engrapados a la rama de olivo van cheques de 10 mil a 25 mil pesos para cada uno de los 50 o más ganadores, cantidades equivalentes a lo que muchos de ellos ganarían en salario en un año.

Una situación verdaderamente triste y trágica para el periodismo.

Friday, October 24, 2014

REPORTEROS POTOSINOS PRACTICAN PERIODISMO DE MENTIRITAS

REPORTEROS POTOSINOS PRACTICAN PERIODISMO DE MENTIRITAS 

El Empírico Periodismo Potosino ha Creado una Equivocada Cultura  Periodística

Por Eric Muñiz de la Rosa

25 de Febrero de 2008 (y nada ha cambiado)

Es tan pobre el periodismo potosino que, si no existiera, el  superlativo paupérrimo se hubiera inventado para describirlo.

El periodismo potosino, tal y como lo reflejan las notas de los diarios locales, ni por casualidad se acerca a lo que debe ser el verdadero periodismo, la razón de su pobreza es que, a falta de una verdadera herencia periodística, se ha desarrollado empíricamente.

Son tan antiguas sus fallas y sus equívocos que, a través de las generaciones, en los lectores se ha engendrado una falsa percepción sobre el periodismo, lo que los elimina como críticos, pues en los últimos cien años se ha creado una equivocada cultura periodística.

Es tan improvisado, que carece de cánones, reglas y fundamentos. No solo eso, mientras que en otros oficios se aprende de los errores, en el "periodismo" potosino los errores son la regla.

Peor aún, lo que mantiene al periodismo en un estado vegetativo es el hecho de que las autoridades educativas mexicanas no lo clasifican como profesión y que se pueden contar con los dedos de la pata de una vaca el número de escuelas de periodismo a nivel universitario que existen en todo México.

Cuando leo las notas de los diarios veo las carencias periodísticas de  los reporteros en su obvia falta de conocimientos.

Un ejemplo clásico sería la nota "Denuncian vecinos congal encubierto", aparecida en el diario Pulso, en la que no presentan pruebas de ninguna clase, ni de las inventadas denuncias, ni la identificación de los denunciantes, ni la existencia de prostitutas en ese lugar.

Ni siquiera se tuvo la sutileza de describir el lugar sin el uso de la palabra "congal".

Comete la falta imperdonable de no pasar por el tamiz de la veracidad cada una de las "acusaciones", lo que en periodismo se conoce como balance periodístico, imparcialidad y exactitud.

Los libros de texto de periodismo en México no se conocen, en ellos se dice que "La
Exactitud y el Balance de las noticias son dos de las características principales que separan al periodismo bueno del malo y a la noticia del chisme".

La nota a la que me refiero no pasa de ser eso, un chisme.

El propósito fundamental del periodismo es que el lector obtenga una idea completa y real de la noticia, no la opinión del reportero, ni las palabras de quien, en este caso, la reportera identifica como "los vecinos del lugar denunciaron las problemáticas que trae consigo este negocio".

Aquí la verdad se cuestiona, ¿Son los vecinos en realidad personas con intereses escondidos, son ataques personales, envidias o propósitos mal intencionados? Hasta se puede pensar que alguien le pagó a la reportera por publicar la nota, nada extraño en el "periodismo" potosino, ya que los bajos salarios los ajustan algunos reporteros con el "embute", la "iguala", "el sobre", y el "chayo" o "chayote". De otra manera esta terminología no existiera.

Pretendiendo "reforzar" su nota, la reportera la salpica con supuestas "pruebas" de malas acciones, como "Colonos afirman que el Ayuntamiento permite que ese negocio opere impunemente", alude "irregularidades" y pretende comprobar la existencia de prostitución con la publicidad del lugar: "Lindas meseras", "Variedad a partir de las 6:00 p.m.", "Hoy gran debut de Tania".

No estoy diciendo que el lugar no sea lo que la nota intuye, sino que, como periodista de verdad, se debería hacer una investigación que arrojara datos fehacientes, nombres, hechos y pruebas, no solamente palabrería hueca.

Lo que ignoran editores y reporteros potosinos, es que una nota periodística debe incluir declaraciones de representantes de ambas partes, la reportera menciona que del lugar "tiene conocimiento la Dirección de Comercio", pero no incluyó, ni copia de las denuncias, ni declaraciones de personal de la Dirección de Comercio.

De la misma manera identifica a Andrés Contreras como propietario del lugar, pero no incluyó declaraciones de este.

En resumen, la reportera se queja de que "la Dirección de Comercio no actúa para proceder a una clausura o por lo menos, llevar a cabo una inspección y verificar las quejas vecinales".

¿Será que en la Dirección de Comercio son tan ineficaces como esta pseudo reportera?