Para empezar, en ningún medio de
comunicación que ha trabajado ha dejado huella, peor aún, en los medios de
comunicación en los que ha trabajado ha causado desavenencias entre sus colegas ¿Cuál ha sido la razón?
Sencillamente Eduardo López Cruz siempre ha pensado que es mejor que el jefe de
redacción que tiene arriba de él; piensa que él es mejor que el jefe de sección
o editor que le corrige sus notas; piensa que es mejor que el mismo director
del medio para el cual trabaja.
Y ese ha sido su mayor problema. Piensa
que es el mejor. ¿Y cual ha sido su resultado? Que no ha trabajado como
periodista el tiempo suficiente, y comprobar que es periodista, como para decir
que tiene un historial de periodista.
Si, trabajo en Dios sabe qué posición en
El Heraldo. ¡El Heraldo! El peor diario en una ciudad, en un estado, donde ni
siquiera se practica el periodismo verdadero. O sea, el peor entre los peores.
Y de ahí salió “gracias” a su personalidad de imaginaria superioridad.
Luego vino un periodo de muy mala leche
en el vespertino San Luis Hoy, del que salió enemistado con todos sus colegas,
desde editores hasta reporteros. Salió de San Luis Hoy porque fue un
“incomprendido”. La realidad es que salió de ese diario porque se dio
atribuciones que no le correspondían, y cuando el marcaron el alto, se fue
herido en su “dignidad”.
A Eduardo López Cruz le vino la
oportunidad de oro, le ofrecieron un puesto de máxima importancia cuando se iba
a establecer en San Luis Potosí el diario Milenio San Luis. Como sacarse la
lotería. Por fin podría sacarle la lengua a todos esos enemigos del periodismo
que fue haciendo a su paso y que dejó detrás.
Pensó que era el premio a su
perseverancia de creerse el mejor sobre los demás, le encomendaron en Milenio
que buscara, y formara, un grupo de colaboradores de “primer orden” ¿Y a quien
invita a colaborar en ese diario? ¡A mi! Yo que vivo en Chicago, que tengo
décadas de no ir a San Luis Potosi no le pase por desapercibido
Si, en efecto, sabiendo que yo vivo en
Chicago me dirige un correo electrónico pidiéndome que colaborara con Milenio.
¿Yo, quien ahora dice que me “corrió” de Librevía? (Cuando el NUNCA tuvo ni la
capacidad ni la oportunidad de llegar a ser un esencia jefe de redacción de
Librevía, porque mas tardo en deshacerse de la verdadera Jefa de Redacción, Sofía
Padrón Quijano, que lo que duro él en ese puesto.
Y todo lo que aquí escribo es verdad,
porque es del conocimiento de los trabajadores del medio. Como verdad es que
Eduardo López Cruz, Hilario Hernández y Alfredo Narváez Ochoa, ya se creían
dueños de Milenio San Luis, e hicieron aspavientos, y lanzaron cañonazos al
aire, y se vieron en una torre de marfil.
Pero por fortuna, quizás por designios
divinos, o simplemente KARMA. ¡Todo se les vino abajo!
Dios existe.
Hola Eric. Un gusto saludarte, a pesar de tantísimo tiempo.
ReplyDeleteMe he sorprendido al encontrar este post (y algunos otros) indexado en Google con mi nombre como palabra clave
Veo con tristeza que tuviste una experiencia desagradable con Librevía a mi salida de la revista. Por mi parte, lamento profundamente estas incidencias.
Un saludo cordial y afectuoso.
Sofia