En San Luis Potosí basta ser empleado de
cualquier nivel o posición en un periódico para empezar a decir que se es periodista,
para ser reportero no se requieren mayores conocimientos que el de copiar un
boletín de prensa, añadirle frases para hacerle creer al lector que fueron
declaraciones hechas al reportero, y firmar la “nota” con su nombre.
Aun siendo así, un reportero puede hacer
una pregunta más o menos sensata en la rareza de que se encuentre en una
conferencia de prensa, después de todo los reporteros ya están familiarizados
con cierta clase de redacción, o de la fraseología que en ella se emplea. Pero
que un caricaturista que por el hecho de dibujar monos en su casa, explotando
el tema del día, y enviarlos por internet al diario se crea periodista, eso es más
que fantasía.
Hay dos ejemplos clásicos de periodistas
de fantasía, de uno escribiré la próxima vez; el otro es un tipo llamado
Eduardo López Cruz, cuyo currículum aparece en internet (http://www.interapas.gob.mx/PDF/RELATOS.pdf)
que más bien parece la sinopsis de una obra cómica,
Para “justificar” su oficio
periodístico, Eduardo López Cruz empieza a decir que “estudió ciencias de la
comunicación”, carrera que muchos optimistas consideran periodismo, es la carrera
que escogen los que quieren un titulo facilito, o quienes no tuvieron cupo en
otras escuelas. Luego menciona que su “trayectoria en el periodismo local
inició en 1987, hasta 1989 como reportero de El Heraldo, ¡Menos de dos años y
en el PEOR diario de San Luis Potosí! Luego tiene un lapso de dos años de “baquetón”,
pues su currículum indica que fue hasta 1991 que se va a otro periódico de
calidad similar a El Heraldo, el Tribuna,
en el que “trabaja” (sin sueldo) menos de un año.
Cómicamente continua diciendo en su currículum
que “En 1992 ‘INTERVIENE’ como caricaturista del programa Cartapacio del canal
9 local (donde creo que hasta se paga por trabajar ahí) y también ahí no dura
ni un año, pues, de acuerdo a su currículum “en 1993 fue ‘reportero fundador
del periódico San Luis Hoy’ ”, por cierto el diario más amarillista y, por
ende, mas anti periodístico de San Luis Potosí, donde llega a la “jefatura de
información”, hasta 1999, año en que, según se sabe, sale corriendo, enemistado
con toda la planta de redacción.
En su currículum hay un vacio de más de
tres años, ya que hasta 2003 se
convierte en ‘jefe de redacción’ del proyecto editorial Milenio San Luis”, un
puesto de mentiritas, pues no se puede ser “jefe de redacción” de un diario que
ni siquiera pasó de PROYECTO, pero él, de la manera más cómica, lo presume como
su hubiera sido una realidad. Luego en su currículum sigue con sus orgasmos
mentales al decir que fue “cronista urbano del canal 7”, un titulo obviamente inventado,
y sin dar fechas, porque todo esto son fantasías.
Su larga historia de aprendiz de todo y
oficial de nada la continúa con el puesto de “jefe de redacción de la revista Librevía,
‘desde 2004 a la fecha’ ”. La realidad es que nunca fue jefe de redacción de
esa revista, y el puesto no pagaba un centavo. Ese puesto era de Sofía Padrón
Quijano, a quien él forzó a salir de la revista, a base de majaderías, insultos
y amenazas, Eduardo estuvo ahí solo dos o tres meses en la época en la que
dicha revista salió a la calle impresa, además de que, como lo dije antes, el
puesto era honorario, sin paga de ninguna clase.
Su currículum termina con que es
“miembro del equipo de comentaristas en el programa “Lengua larga” del Canal 13
local”, ¡Otro puesto que no paga! Y que grababan (o graban si todavía existe),
en la sala de cualquier casa.
De todo lo anterior, en el único lugar
donde devengó un sueldo, miserable por cierto, fue en San Luis Hoy. O sea que de
los 27 años que abarca su currículum, solo devengó sueldo en los seis que
trabajó para San Luis Hoy.
Entonces, ¿De qué ha vivido ese
pretencioso? Aparte de “gorreársela” con los amigos, Eduardo López Cruz ha
seguido la corrupta y anti periodística costumbre de vivir del chayote, además
de que corruptos pseudo periodistas potosinos como él aprovechan la relativa
facilidad de participar en el anti periodístico Premio Estatal de Periodismo,
utilizando el nombre de medios de comunicación espurios, o haciéndose pasar
como periodistas cuando no pasan de ser colaboradores temporales de tal o cual
medio.
Así fue como este periodista de opereta
se embolsó los premios de periodismo de los años 1993, 1995, 1997, 2000, 2006 y
2008, un concurso de periodismo tan rudimentario, que hasta reporteros inútiles
como Martin Rodríguez lo han ganado.
¿Cómo se explica que en CUATRO años que,
de acuerdo a su currículum no trabajó, Eduardo pudo participar en ese premio?
Así de triste es la historia de lo que
en San Luis Potosí equivocadamente llaman periodismo.
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